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El rodaje maldito de 'Mary Poppins': la serie de incidentes que lo convirtieron en un infierno

  • La niñera mágica lanzó la carrera de Julie Andrews y la convirtió en una estrella internacional

  • Sin embargo, la sucesión de incidentes que se produjeron en el rodaje provocaron que la actriz no guarde un buen recuerdo de su película más icónica

  • Reproches, adicciones, retrasos, juguetes rotos y hasta una reacción alérgica que impidió que la protagonista pudiese grabar

Si tenemos que pensar en una película mítica de Disney (y que no sea de dibujos), a todos nos vendrá a la mente la historia de la niñera mágica. No, no la de Emma Thompson, con sus verrugas y sus malos modos. Hablamos de la babysitter que todos quisimos tener de pequeños, quitando asesinos en serie de la ecuación: la mismísima Mary Poppins, prácticamente perfecta en todo. Y con una silueta más reconocible que la de Alfred Hitchcock.

Este clásico familiar cumple la friolera de 60 años y, pese a que tuvo una secuela bastante olvidable, el tiempo no ha manchado su imagen y, de hecho, ha envejecido mucho mejor de lo que podríamos esperar. Una apuesta personal del propio Walt Disney (su hija quería ver el libro en pantalla grande) que tardó cerca de dos décadas en materializarse, con continuos problemas para conseguirlo.

Partamos de la base de que Mary Poppins es un personaje ideado por la novelista P.L. Travers, y que formaba parte de varias de sus obras. La hija de Disney se encaprichó con el personaje, así que buscó la forma de hacerla feliz. Por aquel entonces, a mediados de los años 40, Walt Disney era uno de los reyes de Hollywood. La negociación con Travers tendría que ser fácil, ¿no? Nada más lejos de la realidad.

La escritora rechazó las continuas propuestas de nuestro querido Walt, mientras lidiaba con sus propios problemas personales (adoptó a su hijo, Camillus, separándolo de su gemelo, y negándose a que volvieran a verse). Hasta que las ventas de sus libros no bajaron, Travers no sucumbió ante los encantos del mítico animador y productor. Las negociaciones fueron arduas y complejas. El propio Walt Disney tuvo que abandonar muchas reuniones porque no soportaba a la escritora. Esta consiguió poder reescribir el guión final, además de imponer que los intérpretes fueran británicos. Pero fue tal la animadversión entre ambos que ni siquiera fue invitada al preestreno.

"Eres demasiado guapa para el papel"

Toda esta historia (bastante más almibarada) se relata en la película ‘Al encuentro de Mr. Banks’, con Tom Hanks y Emma Thompson. Pero no fue la única dificultad con la que se enfrentó ‘Mary Poppins’. Angela Lansbury era la principal opción para interpretar a la niñera mágica, pero Disney se obsesionó con Julie Andrews al verla en Broadway en ‘My Fair Lady’. Así que, pese a que no había rodado nunca ninguna película, decidió apostar por ella (e incluso retrasar el rodaje varios meses ya que la actriz estaba embarazada) para que interpretara el papel protagonista.

Obviamente, Travers tenía que decir algo al respecto, y la propia Julie Andrews recordó años después en una entrevista cómo la escritora la llamó al hospital, momentos después de dar a luz, simplemente para decirle que no era una buena opción para ‘Mary Poppins’. "Eres demasiado guapa para el papel”.

Si Andrews ya se sentía insegura por ser su debut en la gran pantalla, las palabras de Travers no hicieron más que agrandar ese miedo escénico. Tanto es así que la propia Julie Andrews no ha querido hablar mucho sobre la mítica película en los años venideros, aunque se reconciliara con ella finalmente. En una extensa entrevista para Vanity Fair, Julie Andrews explicó cómo los días de rodaje eran agotadores, desde el amanecer hasta casi el anochecer.

Tuvo muchos problemas con las escenas con dibujos animados (“me ponían un pingüino de cartón delante y, cuando empezaba la cámara a rodar, me lo quitaban y mis ojos tenían que seguir fingiendo que estaba allí”), con las pelucas, e incluso con el maquillaje. Su propio maquillador usó pegamento caducado y le provocó una reacción en los ojos que paralizó todo el rodaje.

El alcoholismo de Dick Van Dyke y dos juguetes rotos

A todo esto, habría que añadir los problemas de alcohol de Dick Van Dyke. "Era muy tímido. No podía hablar con nadie. Entonces vi que si me tomaba una copa, me relajaba. Las barreras desaparecían y me convertía en alguien muy social. Así empecé”. Lo confesó en una entrevista exclusiva en el Show de Oprah Winfrey, y desde entonces, ha hablado muchas veces públicamente sobre su adicción. “Recibo un montón de cartas de gente que ya no está avergonzada de admitir que tenían un problema con la bebida y que consiguieron ayuda. Estoy muy orgulloso de haber conseguido eso”.

Julie Andrews siempre destacó la felicidad y diversión continua de Van Dyke. Ahora, visto con perspectiva, da muestras de lo difícil que debió de ser el rodaje para ambos intérpretes. O incluso para sus jóvenes estrellas. Karen Dotrice se retiró poco después del mundo de la actuación, mientras que su hermano en la película, Matthew Garber, murió a los 21 años víctima de hepatitis.

Pero, pese a todos los problemas y avatares que sufrió la producción (recordemos que no había CGI, los momentos de Mary Poppins volando se solucionaban con cables atados a la actriz, que se lesionó al caer en una de las escenas), se convirtió en un éxito atemporal. Ganó cinco Oscars (entre ellos, el de Mejor Actriz para Julie Andrews, lanzando su carrera de golpe), y fue la película más taquillera del año en Estados Unidos. Si ajustáramos su taquilla a la inflación, ‘Mary Poppins’ habría recaudado cerca de 800 millones de dólares. No está mal, ¿verdad? Julie Andrews también dominó la taquilla al año siguiente con ‘Sonrisas y lágrimas’, pero esa ya es otra historia.

‘Mary Poppins’ sigue tan divertida como siempre, y aunque algunas escenas hayan quedado un tanto desfasadas (normal, han pasado seis décadas), se mantiene vigente gracias a secuencias como la canción feminista de la señora Banks. Un himno sobre el voto femenino que Glynnis Johns insistió mucho en incluir. Si no tenía escena musical, no participaría en la película. Menos mal que Walt Disney decidió aceptar.