Con el paso del tiempo se ha convertido en algo imprescindible tener acceso a internet todo el tiempo. Nos ayuda a solucionar cualquier duda en cualquier momento, lo que es realmente útil en el día a día, pero hay situaciones en las que se agradece todavía más, como cuando viajamos. 

Esta conexión constante no solo hace que podamos sentirnos cerca de casa incluso cuando estamos fuera, también evita que nos perdamos en ciudades desconocidas, poniendo a nuestra disposición un mapa que nos guía por el camino correcto, y nos ayuda a escoger los mejores lugares para ver, descansar o comer, dándonos referencias y también informándonos de los horarios de apertura. 

En definitiva, nos hace la vida más confortable y ha llegado un punto en el que sería complicado e incómodo vivir sin esa conexión permanente, por eso cuando viajamos fuera de Unión Europea estamos dispuestos a pagar una tarifa especial para evitar que eso suceda y nos quedemos ‘incomunicados’. 

Las compañías telefónicas son cada vez más conscientes de esto y por eso cada vez es más habitual que nos permitan conectarnos en otros países, pero no en todos es posible y por eso existen algunas alternativas que pueden facilitar esta labor. 

Una de las formas más sencillas de conseguir conexión es gracias a las opciones de wifi gratuito disponible. Esta es una opción que cada vez es más habitual y no es raro encontrar en cafeterías, hoteles, restaurantes… de este modo tendrás conexión y sin tener que pagar nada. Esto es ideal para programar tu día, pero no permite estar conectado siempre, pues depende de cada local y por la calle no tendrás esa opción. Aunque las conexiones de WiFi públicas también conlleva algunos problemas de seguridad.

Si no te importa llegar a destino para solucionar este problema, puedes comprar una tarjeta SIM local, puede llevar un poco de tiempo encontrar la que más se ajuste a tus necesidades y presupuesto y que sea compatible con tu dispositivo. Si viajas con más gente, asegúrate de que permite compartir datos con otros dispositivos y así no tendrás que comprar más. 

Los viajes no siempre son por ocio, o no solo por eso, quienes además de descubrir lugares nuevos tengan que trabajar necesitarán una conexión más estable, por lo que es mejor para ellos recurrir a dispositivos como el Dongle USB, especialmente recomendada si quieres conectarse con el portátil. 

Otra opción es llevar un router portátil, con el que varios dispositivos se pueden conectar a la vez y es ligero, por lo que se puede llevar en la mochila o incluso en el bolsillo. Eso sí, es necesario acordarse de cargarlo al llegar al alojamiento porque su autonomía no es infinita. 

También se puede recurrir a un pocket wifi, un router portátil que se puede alquilar y que permite la conexión en lugares donde no es tan sencillo encontrar otras opciones, por ejemplo, en Japón no es posible comprar una SIM local sin ser de allí. 

Cada caso es diferente, igual que lo es cada viaje y cada viajero, por lo que cada cual tiene que ponderar ventajas e inconvenientes de cada una de las opciones antes de tomar su decisión.