Aunque los de Van Gaal y Felipao son claros favoritos, este Mundial ha demostrado que puede romper cualquier apuesta. De hecho Chile llega al cruce con dos victorias nada desdeñables ante una buena Australia y la campeona del Mundo, España. Por su parte, México pasó la ronda tras imponerse a Camerún, en un choque donde le anularon dos tantos legales, y su valioso empate frente a los anfitriones y un magnífico triunfo con tres goles en diez minutos frente a Croacia.
El primer cruce será el sábado 28 de junio (18:00) en Belo Horizonte. Brasil espera a los chilenos con un Neymar en estado de gracia. El delantero de la Verdeamarela lleva cuatro dianas en este Mundial (dos ante Croacia y otras tantas frente a Camerún) y está llamado a hacer historia en este 2014.
Chile confía en su dupla europea –Vidal y Alexis- y sobre todo en la intensidad de su juego cuyo máximo responsable es el seleccionador Jorge Sampaoli. El cuadro andino tiene claro que su objetivo es ganar el Mundial y es quizá eso lo que le diferencia de anteriores participaciones. Después pasará lo que pasé pero Brasil va a tener que sacar muertos a los jugadores chilenos para poder vencerles.
Se da la circunstancia además que en las tres anteriores ocasiones donde Chile ha pasado de la fase de grupos en una Copa del Mundo el verdugo ha sido el equipo brasileño. En las dos últimas cayeron en octavos (Francia 98 por 4-1 y Sudáfrica 2010 por 3-0). De hecho aún guardan la venganza por la derrota en semifinales de Chile 1962 (4-2).
En la mente de todos quedará aquel clasificatorio en Maracaná (3 de septiembre de 1989) para el Mundial Italia 90 donde Brasil y Chile se jugaban una plaza. A la canarinha le valía empatar mientras que los andinos necesitaban una victoria. Una bengala cayó cerca del portero visitante Roberto 'El Condor' Rojas que quedó tendido en el suelo con abundante sangre. Los chilenos abandonaron el terreno de juego (perdían 1-0). Después se descubrió que la herida no fue provocada por la bengala y que todo fue una pantomima por lo que Chile quedó apeada del Mundial italiano y sancionada para no clasificar en la Copa del Mundo de 1994 en Estados Unidos.
La maldición de octavos y la cuarta final
Por su parte, México y Holanda se medirán al día siguiente a la misma hora en Fortaleza. Sólo se han visto las caras una vez en una cita mundialista. Fue en Francia 98 cuando ambos empataron a dos goles en la última jornada de la fase de grupos.
México espera tirar de Peralta y Giovanni, Chicharito en la recamara, además de su santo, el portero Ochoa, para romper el maleficio de los octavos de final. Parece estar abonado a la derrota en esa ronda pues en los últimos cinco mundiales ha sido su techo. Sólo pudo superarlos en su casa en 1986 cuando se impuso a Bulgaria (en 1970 no había octavos y cayó en cuartos).
Holanda aún tiene en mente la final de Sudáfrica 2010 donde tras un mano a mano entre Robben y Casillas pudieron ser campeones del mundo. Pero el español desvió el disparo y después Iniesta les apartó del sueño. Era su tercera final en un Mundial y su tercer subcampeonato (Alemania 74 y Argentina 78).
La Oranje quiere romper con la historia y que esta vez sea la suya. Tiene una generación de jugadores en plenitud, encabezaba por Robben y Van Persie, que es posible tengan su última oportunidad de ser campeones del mundo.