Tras su divorcio de Pedro J. Ramírez, la relación de Ágatha Ruiz de la Prada con sus dos hijos se reforzó y se convirtieron en inseparables. Aunque la diseñadora asegura que con Cósima choca más que con Tristán porque son "iguales", su cambio de vida les ha hecho convertirse en "mejores amigas". Madre e hijos no solo viven en la casa familiar, también trabajan juntos y forman un equipo "perfecto".