Después de su divorcio, Ágatha Ruiz de la Prada asegura que decidió acabar con su vida anterior y empezar a cuidarse más: "Engordé muchísimo durante mi matrimonio porque poco a poco te conviertes en una señora y piensas que hay que engordar. Cuando me divorcié, perdí 18 kilos en poco tiempo y empecé a ponerme más sexy que nunca".