La crisis económica generada por la pandemia de la COVID-19 le ha dado un nuevo significado a los términos ahorrar y recortar gastos. A la hora de reducirlos son muchas las formas de hacerlo. Una de ellas es en movilidad. Aquí explicamos por qué el alquiler a largo plazo se puede convertir en una oportunidad para ahorrar.
Al realizar una comparativa entre los beneficios del renting y los de la compra de un vehículo en propiedad encontramos que el alquiler a largo plazo permite que el cliente pueda disfrutar de un vehículo nuevo sin realizar un desembolso inicial y con la seguridad de conocer cada mes la cantidad que gastará en las cuotas. En el pago de la mensualidad, que no varía en el transcurso de los años, están incluidos los servicios básicos como mantenimiento, cambio de neumáticos o cobertura de daños.
Para la compra de un vehículo, por su parte, además de ser necesario realizar un pago inicial, se deben tener en cuenta otros gastos como: el impuesto de matriculación y de circulación, los costes de matriculación, la póliza de seguro, los costes de mantenimiento (para una conducción segura del vehículo hay que realizar una revisión periódica de este cada 10.000 o 15.000 km), además de la obligación de pasar la ITV pasados los cuatro años bianual y anualmente pasados los seis años. A pesar de que la compra supone la propiedad, hay que tener en cuenta que el vehículo pierde valor con el paso del tiempo.
Pongamos un ejemplo práctico real. Si un vehículo de renting tuviese una mensualidad de unos 300 euros al mes, la cantidad final pagada al cabo de 4 años sería de alrededor 14.000 euros. Sin embargo, al mismo modelo con la opción de compra financiada habría que añadirle los intereses de financiación, el impuesto municipal, el seguro a todo riesgo… De tal forma, y utilizando la calculadora, el renting supone un ahorro de miles de euros para el usuario.
Además, en momentos de incertidumbre económica, como el actual, el mercado de vehículos seminuevos es siempre una opción para aquellos que buscan ahorrar en la compra de su nuevo coche.
Así, el usuario que quiera optar por un vehículo usado, podrá hacerlo también a través del renting. Tendrá la posibilidad de compra del vehículo a los seis meses de alquiler, continuar con el contrato o devolver el coche. Es decir, el conductor utiliza el coche durante medio año y luego puede acceder a comprarlo, pero además con el reembolso, del 50% de las cuotas de renting.
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