Las pastillas de freno, cuándo es necesario cambiarlas

  • El sistema de freno del automóvil es, sin duda, uno de los elementos de seguridad activa más importante.

Este sistema de seguridad activa es el que se encarga de disminuir la velocidad del vehículo, detenerlo e inmovilizarlo cuando se estaciona. Aunque su funcionamiento pueda resultar sencillo a priori, detrás de él hay multitud de sistemas que deben funcionar a la perfección para que resulte eficiente. Desde el pedal de freno al depósito de líquidos, bomba de frenos o las pastillas, todos estos elementos deben estar en buen estado.

Las pastillas de freno, no obstante, son las más sujetas al desgaste, ya que son las encargadas de generar fricción con el disco de freno y, así, producir la deceleración del vehículo. En la actualidad, es importante recordar que la normativa anticontaminación exige que estas pastillas se fabriquen sin amianto, ya que este elemento es nocivo para el medio ambiente, y al mismo tiempo puede producir importantes consecuencias para la salud de las personas.

¿Cuándo es necesario cambiar las pastillas?

El momento ideal para sustituir las pastillas de freno depende de multitud de factores, especialmente del modo de conducción del usuario. No es la misma exigencia la de un usuario que lleve a cabo una conducción urbana y bastante tranquila que alguien que conduzca principalmente por carretera o haga una conducción más deportiva.

También es importante recordar que las pastillas de freno delanteras suelen sufrir, habitualmente, un desgaste más acelerado que las traseras, ya que el peso del vehículo recae mayoritariamente en la parte delantera, y eso produce cierta compensación que aumenta la potencia de freno en dichas pastillas.

En cualquier caso, cuando los frenos alcanzan puntos de desgaste importante y empieza a ser necesaria su sustitución, se producen algunos síntomas que es vital saber identificar.

Sonidos broncos o chillidos en la parte delantera al frenar

Si al frenar con normalidad se escucha en primer lugar un zumbido que se agudiza al exigir más al sistema de frenos, o bien aparece un chillido similar al que se produce al rozar un hierro contra otro, es necesario sustituir las pastillas. Estos sonidos suelen ir acompañados por la aparición del testigo de pastillas de freno en el cuadro de instrumentos, que indica que las pastillas han alcanzado un grado de desgaste suficiente como para valorar su sustitución en los próximos 5.000-10.000 km.

Testigos de frenos

En este caso, el vehículo alerta mediante este testigo de una posible pérdida de presión del líquido de frenos, posiblemente causado por algún bombín de rueda o por la bomba de freno. En este caso, es importante llevar a cabo una primera revisión ocular y, si no se percibe ninguna pérdida de líquido, revisar el nivel de desgaste de las pastillas.

Este testigo puede indicar que, si las pastillas están más gastadas de lo recomendable, el bombín de freno que las empuja ha salido de más, requiriendo por tanto un mayor volumen de líquido de frenos. Si esto ocurre, es importante acudir al taller a sustituir las pastillas y no rellenar el líquido que aparentemente pueda faltar en el vaso de expansión, ya que al volver a la normalidad después del cambio de pastillas este líquido puede rebosar y salirse.

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