¿Cómo reducir la huella de carbono con una conducción eficiente?
Una conducción eficiente no solo permite ahorrar carburante sino también mejorar el medio ambiente.
La contaminación se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los gobiernos locales nacionales e internacionales. Estos, en los últimos años, se han visto en la obligación de implementar medidas para tratar de reducir la polución. Sin embargo, mejorar el medio ambiente no es únicamente trabajo de los organismos del Estado, también los ciudadanos, con pequeñas acciones, pueden ayudar a mejorar el medio ambiente y también reducir gastos. Te contamos todo esto y mucho más en MQC Renting.
¿Cómo podemos reducir la contaminación al volante?
El estilo de conducción logra no solo ahorrar carburante, sino también mejorar la calidad del aire. Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), entidad pública dependiente del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, la conducción eficiente nos permite obtener una disminución media de carburante del 15% y de emisiones de CO2.
Las medidas para poner en práctica son muy sencillas y eficaces. Algunas de ellas hacen referencia al modo de conducir, mientras que otras hacen hincapié en las condiciones del propio vehículo.
En este sentido, y con el objetivo de potenciar la eficiencia al volante, desde IDEA aconsejan mantener entre 2.000 y 2.500 revoluciones en los motores de gasolina, y de 1.500 a 2.000 en los propulsores diésel. Para reducir la velocidad es preferible hacerlo poco a poco, reduciendo las marchas y frenando con el propio motor. Y si el automóvil va a estar parado más de 60 segundos, mejor con el motor apagado.
Por otro lado, entre las medidas para unas buenas condiciones del vehículo está:
- Comprobar la presión de los neumáticos una vez al mes. Si es de 0,3 bares menores que la recomendada por el fabricante, incrementa el consumo de carburante un 3% e influye directamente en el desgaste del neumático.
- Evitar las cargas innecesarias en el vehículo, pues tienen un efecto sustancial sobre el combustible. Una carga extra de 100 kg en un vehículo de gama media supone un consumo extra del orden del 7%.
- Desinstalar elementos exteriores (bacas o cajones portaobjetos) cuando no los estemos utilizando, pues rompen la aerodinámica del vehículo y aumentan la resistencia del mismo y el consumo de combustible.
- Usar de forma racional el aire acondicionado o el climatizador. Una temperatura de unos 24 grados es suficiente para lograr el bienestar en el interior del vehículo y para la salud de los pasajeros.
- Utilizar dispositivos de ahorro de combustible incorporados en el automóvil, como el cuentarrevoluciones, el cruise control o el ordenador de a bordo.
Eliminando los malos hábitos de conducción y adoptando una serie de medidas, no solo se contrarresta el incremento del precio del combustible y se ahorra, sino que además se contribuye con el medio ambiente y se ayuda a conseguir que los entornos urbanos sean un poco más saludables.