Marcas como Uber y Volvo están colaborando en un proyecto de un coche sin conductor. Dentro de unos años los coches de Uber acudirán a recogernos sin conductor, pero supervisados por humanos situados en sedes centrales. Será el Volvo XC 90, 100% autónomo que incorpora sensores, radares y cámaras.
El vehículo se detiene si las cámaras detectan si el conductor ha bebido o tiene una intoxicación que le impide circular con seguridad. Y para la siguiente década, Volvo fabricará coches donde podemos dormir o convertirlos en oficinas.