Los pilotos de MotoGP han querido pasar página a los incidentes que mancharon las últimas carreras del pasado año o al menos es lo que parecía en las primeras comparecencias juntas coincidiendo con la previa del Gran Premio de Catar.
Valentino Rossi y Marc Márquez se ignoraron, no hubo saludo ni siquiera una simple mirada, y mandaron un mensaje en público bastante conciliador. El italiano afirmó que "nadie olvidará lo del año pasado, sobre todo yo, pero hay que pensar en el futuro" e insistió en que "en las últimas carreras del año pasado pasaron cosas distintas, fuera de la normalidad".
Por su parte, Márquez también enterraba el hacha de 'guerra'puntualizando que "este año parece que todo está más reñido, más apretado. Lucharemos por el título y aprovecharé la experiencia del año pasado para luchar por el Mundial hasta Valencia. Parece que será más competitivo".
Hasta aquí todo olvidado o al menos página pasada. Pero ¿qué ocurrió después? Como es habitual los pilotos hicieron corrillo con los medios de su país desplazados al Catar. Valentino Rossi, en declaraciones a los medios italianos, decidió volver a la carga contra el 93 del Repsol Honda.
Dejando caer una revancha como la de Senna contra Prost en la Fórmula 1 en 1990 aseguró que "Yo entendí la grandeza de Senna demasiado tarde. Culpa mía. No era un fan de Senna, pero vi lo que hizo y dije qué cojones. Estuvo valiente. No sé si alguna vez tendré una oportunidad. Es difícil pensarlo. Es duro. Será difícil que se dé la ocasión".
Los periodistas le preguntaron si sería peligroso una acción de 'revancha' sobre una MotoGP y Valentino Rossi respondió: "La peligrosidad depende de la velocidad. Aunque vayas en moto, si vas despacio no es peligroso. Los pilotos, en pista, saben dónde es peligroso y dónde no".