"Al final resultó que estaba roto, pero no será un impedimento para pilotar en Australia. El problema es que tiene una pinta muy fea". Son las palabras de Valentino Rossi para hablar de la fractura de su dedo como consecuencia de la caída en Motegi que puso en bandeja el título a Márquez.
En Phillip Island el italiano se está jugando con Jorge Lorenzo terminar la temporada como subcampeón del mundo. Y además acabar el año como el mejor piloto de Yamaha, una motivación extra en la temporada del adiós de Lorenzo a la firma japonesa.
Valentino Rossi no ha comenzado con buen pie en Australia. En la primera sesión ha sido sancionado por sobrepasarse en el número de vueltas permitidas en rodar con el neumático Michelín delantero con el compuesto de lluvia extra blanco. La segunda sesión, aunque salió a pista, fue suspendida por las condiciones meteorológicas.