Pilotos de la parrilla de MotoGP, colaboradores del Mundial, familiares, amigos e incluso aficionados que no conocían de cerca a Luis Salom se acercaron a la Catedral de Palma de Mallorca para rendir el último homenaje al piloto fallecido.
María Horrach, madre de Salom, en un emotivo y sentido funeral a cargo del obispo Javier Salinas, cerró el adiós al piloto con unas palabras: "No es un adiós porque siempre estarás en nuestros corazones". En ese momento todas la miradas se centraron en ella.
Siempre muy cercana a su hijo en las carreras, María lucía una larga melena con rizos con los que Salom solía jugar. Tras el fallecimiento de su hijo se ha cortado el pelo para colocar todos sus mechones entre los dedos de su hijo en el féretro y que "pueda seguir jugando con ellos".
Tras la ceremonia, cientos de motos realizaron un paseo desde el Seu a través del Passeig Marítim de Palma de Mallorca, luciendo el "LS39" como homenaje al ya eterno piloto.
"Sigue cabalgando a nuestro lado Mexicano". DEP Luis