El Gran Premio de Valencia se celebró bajo la resaca de la tensión entre los pilotos tras el incidente de Malasia y su cruce de declaraciones. Eso, unida a una posible tensión trasladada a la grada, hizo que las carreras de Cheste se declararan de "alto riesgo".
Desde que comenzaron a llegar los aficionados a Valencia y alrededores se vio que los moteros venían a una 'fiesta', nada de mal rollo ni incidentes. Ese mismo clima de paz se trasladó al circuito donde se asistió a la triple coronación de Jorge Lorenzo sin lamentar problemas mas allá de los pitos (y algún que otro insulto) a los pilotos españoles en el podio.
La nota más desagradable, según publica nuestros compañero Mela Chércoles del diario AS, la sufrió Roser, madre de Marc Márquez, quién recibió insultos por parte de cuatro 'aficionados' italianos a la salida del circuito.
Las MotoGP vuelven a la pista esta semana con los primeros test de 2016. Esperemos que con el invierno, las pretemporadas, el descanso familiar... solo volvamos a hablar de motos. Solo de motos.