"Nos teníamos que inventar un sistema de suspensión nuevo, dos discos en la rueda delantera, que la suspensión estuviera conectada directamente con la mano del piloto, una serie de cosas para que la moto funcionara bien. El mayor problema es el presupuesto, se han hecho todo tipo de cálculos para que encajen todas las piezas perfectamente", explica Pepe Burgaleta, director de la revista La Moto. Esta moto estará el próximo año en el CEV y Javier del Amor será el encargado de pilotarla.