Los Bridgestone no aguantaban la abrasión, y se tomó la decisión de cambiar de moto en la vuelta 10. Marc Márquez lo hizo en la 11 por decisión de su equipo, lo que le costó la descalificación de la carrera con bandera negra. El Mundial se ponía al rojo vivo. En Moto2, Espargaró se hacía con el liderato.