Había sido el más rápido el miércoles para ver como su rival, Jorge Lorenzo, le arrebataba el protagonismo el jueves bajando el crono de dos minutos. Y si Márquez ya es peligroso cuando pilota por diversión, motivado por sus rivales y con retos en el horizonte es simplemente letal.
Y con esa motivación por bandera se ha montado en su Honda dispuesto a levantar la pintura del asfalto de Sepang y escribir con ella su nombre en la historia. Para ello ha volado sobre las dos ruedas logrando parar el crono en un tiempo de 1:58:867, récord histórico del circuito y una auténtica contra las normas de la física.
Este tiempo demuestra que el bicampeón del mundo tiene el instinto intacto. Además, Dani Pedrosa ha terminado con el segundo mejor tiempo, muy cerca de su compañero, y a solo 6 milésimas de bajar también del 1:59. Un golpe de autoridad de las Honda. Por detrás de ellos, la Ducati de Andrea Dovizioso que ha logrado colarse por delante de las Yamaha. Lorenzo ha logrado el cuarto mejor tiempo y Rossi el quinto.