Ha sido sometido a dos operaciones en la muñeca derecha en los últimos meses, la segunda, de una magnitud considerable que le obligó a ver cuatro carreras desde su casa. Nicky Hayden ha pasado varios meses trabajando, luchando por volver y recuperarse. La espera ha concluido, el próximo fin de semana Aragón le verá en acción nuevamente.
─ ¿En qué consistió exactamente la segunda operación a la que te sometiste?
En la muñeca tenemos dos filas de huesos pequeños, me han extraído la de arriba que estaba dañada y han favorecido la creación de una nueva articulación. Suena como una locura, pero cuando ves el resultado a través de los rayos X tiene otra pinta.
─ ¿Cuál era el principal problema, dolor, sensibilidad, pérdida de fuerza en la mano…?
Se sumaron varias circunstancias. En las dos últimas carreras antes de operarme ya vi que algo no funcionaba correctamente, algo había que no me dejaba pilotar a gusto. El dolor siempre estuvo ahí, pero es algo a lo que te acostumbras y aprendes a lidiar con él. Aparecieron algunos problemas de estabilidad, porque los huesos se habían desplazado y no había coordinación entre ellos. Así que cuando realizaba determinados movimientos sentía que algo se movía incorrectamente dentro de mi muñeca. Además la pérdida de movilidad y fuerza también fueron factores que me llevaron a tomar la decisión de pasar por el quirófano.
─ ¿Qué opinión te merecía la operación?
Siempre fui muy claro y mi plan desde el principio era sencillo, recuperarme de la muñeca y volver a pilotar lo antes posible. En cuanto a la operación… pregunté a varios médicos y obtuve varias opiniones, evidentemente algunas de ellas no concordaban. Intenté extraer la mayor información posible antes de operarme, por eso también consulté con pilotos que habían sufrido lesiones similares a la mía.
─ ¿Cuánto tiempo tuviste que estar completamente parado?
Los primeros diez días tras la operación fueron de estricto reposo, estuve en San Diego con la mano totalmente inmovilizada. Después me pusieron una férula removible, que me quitaba para ducharme y limpiar la herida.
─ ¿Cuándo empezaste la rehabilitación, y en qué consistió exactamente?
Aproximadamente a las dos semanas comencé a mover los dedos muy poco a poco y a continuación iniciamos la rehabilitación. A los pocos días empecé a entrenar de modo muy suave, con poca intensidad, y siempre trabajando en parado. Para la cura y posterior rehabilitación me han aplicado multitud de terapias tales como láser, magnetoterapia, ultra sonidos, inyecciones de plasma rico en plaquetas… Al principio la rehabilitación fue muy severa, tras dos operaciones en poco más de un mes había que ponerse al día. En junio pasé por el quirófano y en julio me tuve que someter a una operación mucho más seria nuevamente. He tenido que lidiar con esta lesión durante tres meses e inevitablemente los músculos se resintieron al tener que soportar esta situación. Además los huesos del brazo y de la mano estaban muy rígidos.
─ ¿Cuándo pudiste realmente volver a entrenar?
Bueno, no diría que hubo un día concreto, sino más bien una readaptación. Primero utilicé la bici estática para no perder la condición física, después introduje un poco de trabajo en piscina, y por último ya pude volver al gimnasio para realizar ejercicios de acondicionamiento físico general y trabajo específico, tanto de tren superior como de piernas. Fui combinando la rehabilitación con el ejercicio, la carrera a pie y mi rutina de siempre. Digamos que todo empezó con un reposo necesario tras la operación, después la rehabilitación y por último la vuelta al entrenamiento combinada con la rehabilitación.
─ ¿Cuál es la opinión del doctor?
He de reconocer que los médicos me instaron a mover la mano con bastante celeridad después de la operación. Aun así fue una operación sensible que ha requerido de mucho tiempo de recuperación. El médico que me operó está muy contento con el resultado y la posterior evolución.
─ ¿Has montado en moto?, ¿cómo te sientes ahora?
La semana pasada por fin empecé a montar en moto. Probé a pilotar una moto de 125cc de 'dirt track' en una pista llana. La primera vez que subí a una moto la sensación no fue extraordinaria, quedó claro que todavía faltaba un poco de tiempo. Esta semana he vuelto a rodar un par de veces y las sensaciones han sido notablemente mejores, he sido capaz de pilotar sin pensar en mi mano. Estoy contento y con muchas ganas de volver. Sin obviar que esta situación es preocupante, he tenido que gestionar esta lesión durante mucho tiempo y en ciertos momentos me ha hecho dudar.
─ ¿Cómo ha vivido un piloto tan luchador estas cuatro carreras en casa?
Acudir a Indianápolis como espectador, ver varias carreras en casa… ha sido duro, pero no he gastado ni un ápice de mi energía en nada que no fuera mi recuperación. He trabajado muchísimo durante todo este tiempo, he centrado todos mis esfuerzos en que la recuperación fuera lo más favorable y rápida. Es hora de volver y me siento muy feliz por ello. Pilotar es mi vida y mi pasión, no sólo mi trabajo. Estoy muy contento de haber podido salir adelante con esta lesión y poder pensar ya en volver a ver a mi equipo y subirme a la moto. El regreso no será sencillo, pero estoy listo para volver a competir.
─ ¿Qué esperas de tu regreso en Aragón?
Me costará recuperar el ritmo de competición después de pasar tanto tiempo parado, pero estoy listo para seguir trabajando y afrontar lo que venga. Desafortunadamente no puedo disponer de mi MotoGP en casa (risas), para entrenar con ella y ver a qué nivel me encuentro exactamente. Los frenos, los neumáticos… nada de una MotoGP se puede reproducir fuera de los circuitos, así que ya estoy deseando montarme en mi Honda y ver qué sucede. No tiene mucho sentido que nos marquemos objetivos, simplemente hay que ir a Aragón y trabajar, después veremos qué pasa. Durante este duro periodo ha sido fundamental el apoyo de mi familia, mi equipo y mis fans para mantener el optimismo y las ganas de seguir adelante.