Tras la escalofriante caída en los primeros entrenamientos libres cuando corría a más de 300 kilómetros por hora, Marc Márquez saltaba hoy al circuito de Mugello con todas las miradas puestas en él para saber si podría estar en condiciones de competir. Y la respuesta del novato ha sido rotunda. A falta de tres vueltas iba segundo... pero la mala suerte se iba a cebar con él una vez más.
Y eso que la mañana comenzaba con otro susto para Marc, que se caía mientras Alberto Puig comentaba en directo para las cámaras de Telecinco su primera caída del fin de semana. Aunque en esta ocasión salió corriendo para reengancharse a los entrenamientos. Toda una demostración del hambre de carreras que tiene.
Alucinados con el novato, el equipo de Mediaset de MotoGP se puso el sábado en contacto con el médico oficial del campeonato para conocer el estado del piloto. El Doctor Ángel Charte le confirmaba a Mela la micro fisura en la zona de su hombro derecho y el fuerte hematoma interno en la mandíbula. Dos lesiones que, sin embargo, no iban a impedir que Márquez corriera el GP. "Si es preciso infiltrarle, le infiltraremos", aseguró el médico.
Pese a que no pudo hacer tiempo para clasificarse para la Q2, Marc Márquez dio un recital en la Q1 e hizo un tiempo espectacular para colarse en segunda línea de parrilla con un excelente sexto mejor tiempo. Sin duda, una lección de garra de Marc, que continuaba asombrando al mundo del motociclismo.
En la carrera, comenzó como un misil, y de la sexta posición de la que partía, alcanzó la tercera plaza en apenas unas curvas. Y fue el único que aguantó el ritmo que imponían Jorge Lorenzo y su compañero de equipo, Dani Pedrosa. A falta de 6 vueltas, Marc lanzó un ataque a Pedrosa que acabó con el adelantamiento del novato.
Pero cuando todo apuntaba a un impresionante segundo puesto en Mugello para el joven Márquez, una triste caída a falta de tres vueltas para pasar la bandera a cuadros acabó con las opciones del piloto, que durante todo el GP de Italia ha vivido un cúmulo de continuas desgracias. Lo que está claro es que todo el fin de semana habrá sido una lección que nunca olvidará. Aunque para el Mundial lo que realmente pretenda es olvidar Mugello cuanto antes para dar guerra en la próxima cita: El GP de Catalunya.