Toda una vida sobre dos ruedas y ahora ya tiene el título en sus manos. Pero para llegar hasta aquí, Zarco ha luchado mucho y ha trabajado muy duro consiguiendo títulos por cada competición por la que ha pasado. Todo comenzó cuando se lanzó a competir subido en una mini moto en el campeonato de Italia de Mini motos, donde quedó segundo dos años consecutivos, 2005 y 2006. En 2007, participó en la primera edición de la Red Bull Rookies Cup y como no, Zarco se llevó el título. De ahí el francés se atrevió a meterse en la categoría de 125cc, donde debutó con el equipo WTR San Marino, terminando vigésimo primero la primera temporada y undécimo la segunda, subió diez posiciones en un año, ni más ni menos.
Con el equipo Avant AirAsia Ajo Derbi, al que se unió en 2011, el de Cannes dio un paso hacia delante en su trayectoria y consiguió diez podios, luchando por el título hasta el último momento de la temporada. Ese año consiguió hacerse con 262 puntos, lo que le garantizó el pase a la categoría superior, Moto2, donde se alió con el equipo JiR para competir la temporada siguiente.
Zarco acarició el podio en numerosas ocasiones durante este año en la categoría intermedia, acabando entre los diez primeros con 95 puntos. Al acabar la temporada se unió al Came Iodaracing Project al manillar de una Suter y aquí ya fue donde el joven enseñó a todo el mundo toda la potencia y la velocidad que llevaba dentro; consiguió dos podios y dos terceros puestos en Mugello y Valencia. Zarco ya estaba siendo seguido por muchos y admirado por otros.
Pero el 2014 sería un año difícil para el joven, que subió casi las mismas veces al podio que caídas sufrió en las carreras al manillar de una Suter para el equipo Caterham. En 2015, Zarco dio un giro a su carrera y confió de nuevo en el equipo que le ayudó a hacerse grande, Ajo Motorsport, subido en una Kalex. Así en Argentina, consiguió su primera victoria del año en Moto2. Desde este momento, carrera a carrera, Zarco ha ido aumentando su ventaja en la clasificación general, convirtiéndose en el líder indiscutible de este mundial. Ahora, en Japón, el joven puede estar tranquilo porque ya sabe que el título es suyo y podrá celebrar este nuevo triunfo como hace cuando gana cada una de sus carreras: dando una voltereta.