En el mundo del motociclismo profesional, la mayoría de los pilotos suben por primera vez a una moto con 5, 4 o incluso 3 años, pero este no es el caso de Gabriel Rodrigo. Este piloto barcelonés tuvo que insistir e insistir a sus padres, que no veían con buenos ojos que se subiera a una moto, y no fue hasta los 13 años que Gabriel se salió con la suya. Sus padres accedieron a dejarle competir, a cambio de que no fuese en moto fuera de los circuitos. Un trato que hasta el momento su hijo ha cumplido.
Pero pese a empezar a los 13 años, Gabriel Rodrigo está avanzando a pasos agigantados en su proceso de aprendizaje, gracias a una buena dosis de ilusión y esfuerzo. Tras participar en 2010 y 2011 en el Campeonato Mediterráneo de Velocidad, el año siguiente fue el de su debut en el FIM CEV Repsol. Un certamen que le ha permitido crecer progresivamente como piloto; Gabriel ha pasado de luchar por acabar carreras en 2012, a luchar por el podio en 2014.
Unos resultados que esta temporada le han conducido, de la mano de su actual Team Manager Aleix Espargaró, a participar como piloto invitado en el Campeonato del Mundo de Moto3, en los Grandes Premios de España y Catalunya. Dos wild cards que ha saldado con una caída en Jerez y un vigésimo segundo puesto en Barcelona.
El próximo reto de Gabriel Rodrigo será la prueba del FIM CEV Repsol que se disputará este fin de semana en Albacete. Allí, este joven piloto intentará escribir una nueva página en una historia que empezó más tarde que para otros, aunque eso no ha sido un impedimento para atraparlos.