Carlos Moyá y Carolina Cerezuela viven con sus tres hijos en Mallorca. La actriz paseaba por la casa junto a Fabiola y explicaba que la diseñaron pensando en que fuera "cómoda". Grandes espacios, mucha luminosidad y un ambiente de calma envuelven a la vivienda que está pensada para sus tres hijos: sin escalones y con mucha amplitud, que deja ver a los niños en la distancia. Además, nos colamos en su habitación, donde hay dos camas (una para los niños), su curioso vestidor o la sala de juegos de los pequeños.
Mientras tanto, Bertín charlaba con Carlos en el salón y recordaban los inicios del tenista. La primera vez que empuñó una raqueta fue con tres años y con tan sólo siete decidió que quería ser jugador: “Cuando les dije a mis padres que quería ser jugador de tenis yo no me daba cuenta de las posibilidades, el tenis en Mallorca a principios de los 80 casi no existía. Es como si te sale un hijo astronauta".
Finalmente, pudo hacerlo, a los 14 años dejó Mallorca para asistir a un centro de alto rendimiento y los inicios no fueron fáciles: “Fue duro, llorando, mis padres diciendo que volviera, pero no di el brazo a torcer. El verano siguiente me fui al campeonato de Europa junior y lo gané, ahí veo que me convence, que puedo ser un tenista”.
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Carlos Moyá: “Hay gente que me recuerda por el ‘hasta luego Lucas”
Australia fue el punto de inflexión para Carlos Moyá, el lugar donde su vida cambió: “Fue como si me hubiese ido a otro planeta. Dos semanas antes no me conocía nadie y cuando bajé del avión fue como cuando llegan los futbolistas”. Además, recordaba junto a Bertín una anécdota, el ‘hasta luego Lucas’ que pronunció: “Pensé que había quedado ahí pero hoy en día hay gente que me recuerda, no sabe ni dónde ni que fui número uno, se acuerda del ‘hasta luego Lucas”.
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Carlos Moyá, sobre Nadal: “Su abuela le dijo: ‘¿Cómo se te ocurre ganarle a Carlos? ¡Estás loco!”
El tenista recordaba también la primera vez que jugó un partido oficial con Rafa Nadal, encuentro que perdió: “Vino a darme la mano como diciendo ‘lo siento’. Le dije que era la primera de muchas y luego me contaron que su abuela le dijo: ‘¿Cómo se te ocurre ganarle a Carlos? ¡Tú estás loco!” Además, nos contaba algunas anécdotas junto al deportista, como que es aún más competidor jugando a la consola que en la pista y que han hecho apuestas de todo tipo para el perdedor: “Algunas eran ir al lobby del hotel, tumbarse y hacer 20 flexiones de repente, ir en calzoncillos por el pasillo…”
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Carolina Cerezuela: “Lo que ha pasado me ha traído hasta aquí, que son mis hijos y mi marido”
Mientras tanto, Carolina Cerezuela hablaba con cariño de su participación en series como ‘Camera café’ y ‘Hospital Central’, también de su papel como presentadora. Sin embargo, más tarde llegó un momento en que compaginaba demasiadas cosas que afectaron a su salud: “Carlos y mi madre me dijeron que así no, que tenía que frenar”. Sin embargo, no se arrepiente de nada: “No cambiaría nada, lo que ha pasado me ha traído hasta aquí que son mis hijos y mi marido”.
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Carolina Cerezuela confiesa que no sabía quién era Carlos Moyá cuando le conoció
Se conocieron en 2007 y para Carolina no había “más opción”. “¿Sabes cuando conoces a alguien y es él?”, preguntaba la actriz a Fabiola, “dicen que para que las relaciones funcionen hay que luchar pero de luchar todos nos cansamos, para que las cosas salgan tienen que llevar una inercia de forma natural”.
“Cuando le conocí tenía una ignorancia a nivel tenístico brutal”, confesaba Carolina a Fabiola. Vivía en una vorágine de trabajo y estaba al margen del deporte. Finalmente, fue una amiga quien le comunicó que su chico había sido número uno del tenis. Además, hablaba del momento en que Moyá se retiró: “No he vivido cuando Carlos ha sido número uno, cuando ha tenido sus grandes éxitos ni esos momentos de gloria pero me he llevado lo mejor de Carlos, su vida después”.
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C. Cerezuela: “Mi hija tiene una debilidad por su padre con la que no puedo luchar”
También nos hablaban de sus hijos. El niño siempre ha estado más pendiente de la guitarra que de otros juguetes, pero empezó a interesarse por el tenis tras ver a su padre en Roland Garros: “Lo que quiere es que se divierta, que hagan deporte y si le va bien, ya se verá, pero sí, que hagan deporte”.
Por su parte, Carolina explicaba que Carlos cría a sus hijos tanto como ella y que existe una relación especial entre él y la niña mayor, Carla: “Mi hija tiene una debilidad por su padre con al que no puedo luchar”.
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Carlos Moyá, de Carolina Cerezuela: “La vi en la tele y me enamoré sin conocerla”
Ya juntos en la cocina, los invitados querían saber cómo empezó todo. “¿Cómo os conocisteis?”, preguntaba Bertín Osborne y tanto Carlos como Carolina reían. Ella explicaba que esta historia es de su marido y él afirmaba: “La vi en la tele y me enamoré sin conocerla”. A través de un amigo, consiguió su mail y estuvieron intercambiando correos un mes. De ahí, pasaron a los mensajes de texto y, finalmente, quedaron con algunos amigos y se conocieron. Al día siguiente ella lo tuvo claro: “Pensé que era el hombre de mi vida”.
Carlos Moya y Bertín Osborne ganan
Tenían que jugar un partido de pádel y han decidido hacerlo por parejas. Tras una agradable charla y una buena comida, anfitrión e invitado acababan el día jugando un partido y lo mejor para que no haya revancha es jugar en el mismo lado de la pista.
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