Tamara Falcó le estaba contando a Bertín cómo fue su infancia. Tras la separación de sus padres, sus hermanos se fueron a vivir a Miami y ella se quedó en casa, al cuidado de su madre y de Miguel Boyer. Tener padres separados supuso para ella un gran inconveniente del cual es consciente (aunque de pequeña no lo era): “Me volvía una malcriada y una materialista". Tenía todo lo que quería aunque cuando nació Ana “se le chafó el plan”.