Lo califica como “pequeño museo” pero lo cierto es que para Pepe Reina tiene un valor sentimental incalculable. La pequeña joya se encuentra en la parte baja de la casa del guardameta y está compuesta por decenas de camisetas de distintos jugadores de fútbol. Bertín le pregunta por su favorita y él duda unos segundos, aunque parece tenerlo claro: la de Molina.