Aunque ella misma le ha confesado a Bertín que era muy “tauro gruñona” y le encantaría haber heredado algo del carácter alegre de su madre porque es una mujer fría, eso sí que sabe pedir perdón, también ha asegurado que no es la persona que se ve. Marta tiene fama de diva, que ella misma se ha creado porque se ha visto forzada a crearse una “coraza de autodefensa por necesidad”. Sin embargo, afirma ser muy amiga de sus amigas y no tener claro la necesidad de gustar a todo el mundo porque a ella no le gusta todo el mundo.