Isabel dice que Falete se parece muchísimo a ella en su forma de ser, les gusta mucho “la guasa”, “las bromas” y, aunque a veces se pican, no pueden vivir el uno sin la otra. Isabel ha comentado con Bertín cómo le contó su hijo “que es maricón”, algo que ella jamás sospechó: “Yo en la vida me lo iba a imaginar. Si Dios te pone una venda, como dicen, a mí me pondría una manta paduana”.