¿Qué le pasó a Boris con una escalera de caracol en casa de Bertín?
La dilexia le ha jugado muy malas pasadas a Boris y se atreve a contar una experiencia en la que el vértigo se apoderó de él. Sucedió en casa de Bertín y el miedo le impidió bajar por unas escaleras de caracol. Vicky Martín Berrocal y Juan y Medio fueron testigos de los gritos de Boris, que aseguraba que no podía bajar. "Se quedó paralizado en una escalera de caracol de un piso", ha querido matizar Bertín.
¿Piensa Boris volver a España o quizás nunca se ha ido?
Boris está totalmente adaptado a la vida en Miami aunque no le ocurre lo mismo a su pareja, Rubén, que se queja tanto de la comida como del aire acondicionado central. Pero el showman lo tiene claro: "Miami tiene una cosa que cada vez que te vas sientes una cosa en el cuerpo que dice 'no puedo marcharme de esta belleza'". A la pregunta de si va a volver a España Boris ha sentenciado que él nunca se ha marchado: "¡Yo no me he ido de España! Tengo un programa allí y estoy trabajando allí pero eso no significa que no esté viviendo aquí. Voy y vengo".
¿Catalán o Castellano? El gran debate también estuvo presente en la infancia de Sardà
"Mi infancia ha sido mucho 'la calle' y esa mezcla lingüística de catalán y castellano", respondía Sardà a la pregunta de Fabiola. Y es que el presentador aseguraba que en el colegio estaba prohibido hablar catalán y eso es lo que recuerda con mayor confrontación en su infancia. "Pensaba que había versión de catalán y de castellano de todos los idiomas. El que se hababla en casa y el que se hablaba en la calle".
¿Hablan todos los venezolanos como Boris?
"No consigo que me cambie la voz, cada vez la tengo más de pito", aseguraba Boris mientras cocinaban. Sardà ha aprovechado el momento para comentar que cuando fue a Venezuela se dio cuenta de que todo el mundo hablaba como Boris "no por gay, sino por venezolano". "Todos los venezolanos hablan igual, es un país de naturaleza gay" ha declarado Boris.
¿Cómo ha afectado la dislexia en la vida de Boris?
Su madre fue la primera persona que se percató de la dislexia de Boris, un probema que le ha condicionado durante su vida. "Yo era muy asuatado porque pensaba que iba a tropezar, a derramar el vino sobre la mesa... Todavía me pasa y procuro no moverme mucho por si hago algún estropicio". A pesar de esto, Boris asegura que el escenario de un plató le provoca una seguridad en la que puede hacer de todo: entrevistar, desnudarse, subirse sobre la mesa...