Cuando Rocío Jurado y Ortega Cano adoptaron a Gloria Camila y José Fernando, estos eran muy pequeños, sobre todo ella, que era menor que su hermano. Bertín le pregunta a la joven por el momento en el que empezó a ser consciente de quiénes eran sus padres y de cómo asimiló la muerte de su madre.
Gloria Camila hace memoria y recuerda cómo fue descubriendo todo, pues fue un proceso: “Tenía diez años, no se me podía pedir mucho, no tenía mucho conocimiento”, confiesa al hablar de la muerte de Rocío.
Recuerda, además, lo estricta que era su madre con los estudios y el colegio y que su padre era más suave: “Mi hermano tenía más mamitis, yo era más de mi padre”, reconoce. Cuando sufrieron la terrible pérdida de la cantante, Gloria dormía con su padre porque éste "estaba todo el día llorando".