Era muy joven cuando Christian Gálvez y sus compañeros de ‘Desesperado Club Social’ recibieron un Premio Ondas al programa más innovador. Fue entonces cuando el presentador creía que se iba a comer el mundo. Pero el espacio fue cancelado y Christian no recibió una llamada para trabajar en televisión durante mucho tiempo. Fue así como acabó trabajando en una juguetería: “Por aquella época mi ego estaba sobrealimentado”, confiesa.