Una vez que se juntaron en la cocina de la casa de Bertín en Jerez, Rosario con Antonio Carmona y su mujer, las anécdotas de sus viajes no tardaron en salir a flote. Primero surgió la de Brasil y la guitarra de Caetano Veloso. Después, entre risas, comenzaron a contar otras anécdotas en Venezuela o en Cuba.