Bertín se ha sincerado y ha contado el principal problema que le “quita el sueño cuatro días a la semana”. Mientras Jorge Javier hablaba de que existen momentos en la vida en los que todo está todo bien a nivel de salud, economía y felicidad, Bertín se ha desgarrado y le ha abierto su corazón a su compañero: “Nunca he sentido eso; me mata pensar que, el día que yo no esté, mi hijo Kike no se pueda manejar como ahora”.
"Yo antes de tener a mi hijo Kike era un despreocupado, un vividor y tenía una escala de valores que era mentira; pero Quique ha organizado mi vida, me ha dicho:'No, no, déjate de coches y lo importante es lo que tienes a tu lado", confesaba Bertín con una voz desgarrada y sincera.
En cuanto la relación de Kike y Carlos cuenta que se llevan genial, que los dos "se mueren" por el otro y que le da una tranquilidad enorme. "Por Dios, que no tenga ninguna presión, la tengo yo para que el día de mañana mi hijo Carlos no tenga que hacer ningún esfuerzo especial para que su hermano esté bien".