A César le ocurrió en San Petersburgo, a Joaquín en Israel y a Bertín en un país que no ha querido nombrar. El caso es que los tres han vivido experiencias ligadas al chantaje y al soborno en otros países a manos de la policía. Menos mal que nos lo cuentan con su peculiar sentido del humor y, al menos, se echan unas risas al respecto.