Mientras Bertín hacía huevos fritos sin parar ha decidido comerse un huevo sin hacer, para sorpresa de sus dos invitados. El anfitrión ha aprovechado el momento para ofrecerles disfrutar la experiencia de su vida: comer un huevo crudo. Joaquín y César han dado muchas vueltas para evitar la situación. ¿A quién le habrá sentado mejor comer el huevo entre chiste y chiste?