Justo cuando Belén estaba a punto de dar el salto a la interpretación se quedó embarazada. Cuando su hija María nació estaba malita, por lo que Belén paralizó su vida para cuidarla: “Paré el mundo. María nació con una cardiopatía y no hice nada de trabajo, intenté sacarla adelante, pero no fue posible, porque con 11 meses falleció”. Bertín le contó a Belén que sabe muy bien lo que es vivir ese trance, porque al él le sucedió lo mismo y coincide con ella en algo: “Consigues superarlo, pero nunca se olvida”.