Antonio Resines se confiesa con Bertín Osborne y le cuenta una anécdota que sucedió cuando era joven. Estudiaba Derecho, estaba motivado por una conciencia “social cristiana” y pensaba que tenía que hacer algo por los demás, se pronunció “en contra del orden establecido”.
Fue así como llegó a encabezar una manifestación al grito de “Rector, bastardo, te has vendido al Pardo” que fue desde la Facultad hasta la Plaza de Castilla. Para llegar tuvieron que coger unos autobuses y entonces…
No se les ocurrió otra cosa que montarse en el autobús y exigir que les llevaran hasta la plaza. El auto estaba lleno de policías y Bertín se parte de la risa con ese improvisado y peculiar “secuestro”: “Me cayó una multa de cien mil pesetas. Mi padre no murió de milagro”.