Todo comenzó cuando después de una de sus múltiples caídas de moto. Antonio Resines acudió al Hospital y el médico le detectó anemia. A raíz de eso le hicieron una colonoscopia y fue entonces cuando le detectaron un cáncer colorrectal en el final del colon tocando con el recto.
El actor confiesa que “se salvó de milagro” y que durante las pruebas del pre operatorio le diagnosticaron angina de pecho. Admite que esto le preocupó más que el cáncer, pues con éste le dijeron que estaba muy bien localizado.
De hecho, fue operado de inmediato y no tuvo que recibir ni quimioterapia ni radioterapia: “Me lo cogieron justo a tiempo y muy localizado. Me dijeron que si me hubiera hecho una colonoscopia hace tres años no se me hubiese desarrollado el cáncer”.