Antonio ha recordado lo duro que fue perder a su padre, Juan Habichuela, quien, debido a su enfermedad, muchas veces no recordaba que él era Juan Habichuela. Sin embargo, llevaba el cante tan dentro que no dejó de tocar la guitarra hasta el final. “Y boleros… estaba tan enamorado de mi madre que, aun enfermo, le cantaba boleros”, ha dicho Carmona.