Natural de Tolosa, Guipúzcoa, sus padres le inculcaron el interés por la música. Con solo cinco años, Ainhoa Arteta ya escuchaba los discos de Maria Callas. Su biografía artística es impresionante. Con su repertorio clásico de las mejores óperas ha pisado los escenarios del Metropolitan House neoyorquino, el Covent Garden londinense, el Bayerische Staatsoper muniqués y los más destacados teatros líricos del mundo. En cambio, su vida íntima ha transcurrido por dolorosos momentos y cuatro matrimonios fallidos.
Divorciada en cuatro ocasiones y madre de dos hijos, Ainhoa Arteta nos ha dejado conocer su lado más personal e íntimo en 'Mi Casa es la Tuya'. La soprano reconoce que su trabajo le ha quitado mucho tiempo de estar con su familia y amigos, algo que ahora se replantea después de haber estado a punto de perder la vida por culpa de una infección que le provocó un fallo multiorgánico.
La soprano reconoce que ha sido complicado combinar su trabajo con ser madre de dos hijos, la mayor de 21 años y el pequeño de 12: "Ellos han nacido en mi vida, no es que la entiendan. Mis hijos tienen una relación de amor-odio con mi profesión y el pequeño chilla cuando canto en casa", ha explicado.
Ainhoa Arteta ha contado uno de los momentos más difíciles que ha vivido con su hija mayor: "Nunca me han reprochado lo que hago, pero he vivido situaciones complicadas. Un día, justo después de fallecer mi madre, antes de actuar se tenían que llevar a mi hija y ella se agarró a mi falda y no se soltaba. Tener que arrancarte llorando a tú hija de la falda y salir al escenario a cantar es un momento que se me ha quedado grabado para siempre.
A pesar de todo, Ainhoa asegura que sus hijos nunca le han reprochado nada: "Mi hija nunca me lo ha reprochado, al revés. Cuando he flaqueado y he dicho que no podía más, ella me ha dicho que no se me ocurriese dejar mi carrera