En el año 2000, Carlos Herrera fue objetivo de la banda terrorista ETA. Tal y como ha relatado, un paquete bomba falló: "Yo lo llevaba en mis manos y estaba en un ascensor, si no hubiese fallado me habrían sacado de allí con una bayeta". Rocío, que por entonces tenía solo seis años, recuerda que sus padres llegaron a plantearse irse a vivir a Miami.