Luis, trabajador en la finca de Bertín, ha cogido dos gallinas mansas para que Joaquín demuestre que es capaz de hipnotizarlas, como bien le había comentado a su anfitrión anteriormente. Encima de la mesa de billar, el jugador ha conseguido hipnotizar a una de las aves de la finca de Bertín mientras César "hacía un juramento" para dormirla.