Después de explicarle a Diego que ya no necesita sus servicios de compañía, Sonia se arrepiente. Tras el aluvión de dolorosos recuerdos que ha sufrido durante su beso con Alejandro, la empresaria le hace una llamada a su empleado.
Sonia le pide a Diego que se acerque a su casa para pasar la noche con ella. Mario, que sospecha de su amigo, le sigue hasta la casa de su jefa para averiguar qué se esconde detrás de la extraña actitud de Diego.
Dentro de su coche y gracias a los micrófonos que ha puesto, Mario escucha la conversación completa entre Sonia y Diego y descubre que el profesor de pádel le está ofreciendo servicios de compañía a Sonia a cambio de su dinero.