Sonia Hidalgo solicita los servicios de un hombre de compañía para pasar la noche, pero al llegar a la habitación descubre que el hombre que está sentado en la cama en ropa interior es Diego, uno de sus empleados.
Al principio Sonia sospecha de que pueda ser una trampa, pero después de hablar, ambos llegan a la conclusión de que ha sido todo casualidad. Diego le suplica que no llame a la agencia que le ha enviado porque por lo que él está ahí es de ‘’vida o muerte’’.
Después de pensarlo, Sonia decide confiar en Diego y le explica que como ya ha pagado el servicio, no lo va a perder. Tras una pequeña discusión sobre lo decidido, la empresaria le pide máxima confidencialidad y ambos son protagonistas de un tórrido momento.