Sonia Hidalgo tiene un problema con su ordenador. El sistema no funciona correctamente y por ello decide pedir uno nuevo. Carlota le consigue a la dueña de Los Olivos un nuevo portátil y ésta se lo lleva a su casa.
Mario sabe que tiene que conseguir acceso a la documentación de Sonia para poder continuar con su venganza. Con la excusa de arreglar una avería, el jefe de mantenimiento se cuela en el despacho de Olivia y hace una copia de sus llaves de casa.
Cuando Mario se encuentra robando los documentos de su jefa, ésta entra en casa. Él se esconde y cuando está a punto de abandonar el domicilio, descubre que se ha dejado el móvil en la mesa de Sonia. Desde la puerta escucha su teléfono sonar.