Orson atraviesa graves problemas económicos. Las deudas ahogan al chef de Los Olivos, que se ha quedado sin piso al no conseguir reunir el dinero suficiente para el alquiler. Fernando quiere pasar la noche con su novio, pero éste le pone una excusa y le dice que tiene mucho trabajo. El hijo de Sonia se ofrece a ayudarle y le propone dormir juntos.
Sin tener donde pasar la noche, Orson acepta y se marchan a casa de Sonia. A la mañana siguiente, la dueña del club se encuentra la cocinero desayunando en su mesa. La empresaria habla con su hijo y le da su aprobación, peor le deja claro que le hubiese gustado enterarse de otra forma.
Cuando llega a Los Olivos, Sonia tiene una tensa conversación con Orson. "En nuestra familia recibimos a la gente con los brazos abiertos. Mi hijo es muy sensible y no quiero que sufra. Quiero saber si tus sentimientos son sinceros, si no, yo misma me encargaré", le advierte.