Con la coartada de que tenía dolor en las cervicales, el señor Montiel ha conseguido contratar un masaje de espalda con Lucía. Sin embargo, lejos de ser un encuentro meramente profesional, la cosa se ha torcido cuando él ha intentado sobrepasarse con la masajista.
Mientras ella le practicaba un tratamiento en la espalda, él ha empezado a tocar la pierna de Lucía y le ha llegado a hacer una incómoda propuesta. Ha sido tal el momento de tensión, que ella se ha visto obligada a expulsarlo de la sala de masajes.
Cuando él se ha acercado demasiado a ella, Lucía ha intentado zafarse de él dándole un tortazo y expulsándole entre gritos. Unos gritos que ha oído Mario, que no ha dudado en acudir a ver qué pasaba.