Sonia Hidalgo continúa su lucha, junto a Montes, por averiguar quién es la persona que conoce tanto sobre su pasado y que le manda esos anónimos que son tan dolorosos para ella. La última pista que tienen son unas imágenes en las que se ve a un hombre con visera, llegando al club con una gorra y una matrícula de coche.
Dos datos reveladores que le han servido al detective para dar con la persona que entregó el paquete: Raúl Pardo, una persona que, tal y como ha podido saber el investigador, es alguien que tiene antecedentes por un ciberataque a un ministerio.
Pese a todas las coincidencias que harían pensar que él es la persona que está detrás de toda la trama, Sonia Hidalgo sabe que él no es el principal culpable, que hay alguien que está moviendo los hilos y que él es solo un títere: “Hay que ir a por él y sacarle todo lo que sepa, por las buenas o por las malas”.
Para intentar averiguar quién es la persona que maneja todo, Sonia Hidalgo y Montes han acudido a presionar a Raúl Pardo y han intentado sonsacarle información. Primero, ha sido el detective el que la ha emprendido a golpes con él.
Pero, lo que realmente ha funcionado y lo que realmente podría hacer hablar a Raúl Pardo han sido las palabras de Sonia, que le ha amenazado con ir a por la única persona que le queda en el mundo y acabar con ella. ¿Surtirá efecto esa amenaza y hará hablar al hombre que entregó el paquete?