Paz Padilla enloquece al recibir un sinfín de calambrazos en la silla eléctrica: "¡Que me pongan la epidural!"
Llegaba la hora de jugar a 'Palabras corrientes' y Paz Padilla y Xavier Deltell eran los elegidos
Paz se sentaba en la silla eléctrica y Xavier iba a ser el encargado de adivinar de qué palabra se trataba
La humorista pronunciaba varias palabras prohibidas y recibía un calambre detrás de otro: "No sudé así ni en el parto de mi hija"
Llegaba la hora de jugar a 'Palabras corrientes'. Lara Álvarez explicaba la dinámica de la prueba. Los humoristas iban a participar por parejas. Uno de ellos se sentaría en la silla eléctrica para transmitirle una palabra a su compañero. Eso sí, debía hacerlo sin usar ninguna de las palabras prohibidas que aparecieran en el pantallón, sin levantar las manos y sin decir tacos.
En caso de que se saltaran alguna de estas tres reglas iban a recibir por parte de Lara, la encargada de apretar el botón, unos calambres no muy agradables. Algo que, en efecto, ninguno deseaba probar.
MÁS
La inesperada petición de Florentino Fernández a Lara Álvarez antes de comenzar el programa: "Quiero que..."
Florentino Fernández y Santiago Segura se convierten en Leticia Sabater y Rosalía: "¡La motomami y la salchipapa!"
La indignación de Xavier Deltell cuando Santiago Segura le utiliza como ejemplo en un juego: “¿Por qué me has tratado como un zombie?”
La presentadora anunciaba que era el turno de Paz Padilla y Xavier Deltell. Paz ocupaba el asiento y Xavier iba a ser el encargado de adivinar de qué palabra se trataba, que no era otra que 'buzo'. Sus descripciones no estaban siendo del todo buenas y Deltell no tenía ni idea de por dónde estaba yendo su compañera.
Paz Padilla, desesperada: "¿Qué he hecho yo para merecer esto?"
Además, pronunciaba varias palabras prohibidas y recibía un calambre detrás de otro: "Madre mía, me está quitando todos los pelos, te lo juro por mi madre. ¿Qué he hecho yo para merecer esto?", se lamentaba. Y es que, llegaba un momento en el que colapsaba y ya era un no parar: "Pero, ¿qué pasa?", decía mientras optaba por sentarse del revés.
Cuando, después de muchos intentos, Xavier acertaba la palabra, Paz celebraba el final de su suplicio: "No sudé de esta manera ni en el parto de mi hija. ¡Por Dios, la epidural! ¡Que me pongan ya la epidural!".