El 26 de abril de 1986 el dia que el mundo se tuvo que enfrentar a la peor explosión nuclear de la historia. El Gobierno utiliza 500.000 personas como conejillos de indias para limpiar de radioactividad la central ucraniana, los llamarán 'liquidadores'. Ahora, 25 años después, la mitad están muertos pero ninguna estadística oficial reconoce que son víctimas de Chernóbil.
Las nuevas generaciones de Chernóbil siguen sufriendo dolencias causadas por la radiación
Los expertos señalan que la explosión en la central contribuyó a dejar poblaciones deprimidas, en las que las enfermedades y las lacras sociales como el alcoholismo son el pan de cada día. El sueldo medio no supera los 100 euros mensuales, lo que impide a la mayoría de las familias comprar alimentos importados; tienen que abastecerse de lo que produce esa tierra contaminada. Centenares de niños pasan el verano en España para mejorar su salud. "Los niños que están apareciendo son de segunda y de tercera generación. Órganos que no llegan a desarrollarse, problemas respiratorios o nerviosos...", nos cuenta el doctor Ivanko.
Los efectos de Chernóbil : Así está la ciudad fantasma de Pripyat
Las calles de Pripyat llevan más años sin vida que con vida. La ciudad tenía solo 15 años cuando fue evacuada y ya lleva 25 vacía. Sus increíbles avenidas se han convertido en una maraña de bosque y maleza. Pripyat tenía los mercados más abastecidos de la URSS, un enorme teatro del que quedan solo sus carteles, un hotel internacional y un parque de atracciones que todavía no se había inaugurado y que hoy día se ha convertido en un símbolo de la destrucción nuclear.
Descubrimos la única filmación tomada de los heridos por la radiación de 'Chernóbil'
Solo existe una filmación tomada por los militares de los heridos que llegan al hospital número 6 de Moscú. Su estado es muy similar al de las víctimas de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki. En pocos minutos se les cae el pelo a mechones y la radiación les llaga todo el cuerpo. Las enfermeras y los médicos tendrán que aislarlos para no contaminarse. Les miran y saben que no hay nada que hacer. Los que van falleciendo son enterrados en ataúdes de cinc y a mucha profundidad. Han dejado de ser seres humanos para convertirse en elementos radiactivos.
Nicolai, liquidador: "En el año 87 mis piernas empezaron a ponerse negras y se me caían los dientes"
La mayoría de los primeros pilotos que sobrevuelan Chernóbil mueren por la radiación, siendo obligados a hacerlo una media de 30 veces al día. También los liquidadores responsables de cargar la arena en los helicópteros sufren poco tiempo después los efectos de la radioactividad. "En el año 1987 mis piernas empezaron a ponerse negras y ya se me caían los dientes. No los perdí todos a la vez, se estaban moviendo y se caían sin dolor. El médico me dijo que no había nada que hacer", nos cuenta Nicolai. Como la mayoría de sus compañeros, durante los días que trabaja en Chernóbil no lleva ni mascarilla ni calzado adecuado.