Nicolai, liquidador: "En el año 87 mis piernas empezaron a ponerse negras y se me caían los dientes"

  • No llevó ni mascarilla ni calzado adecuado durante su trabajo en Chernóbil

La mayoría de los primeros pilotos que sobrevuelan Chernóbil mueren por la radiación, siendo obligados a hacerlo una media de 30 veces al día. También los liquidadores responsables de cargar la arena en los helicópteros sufren poco tiempo después los efectos de la radioactividad. "En el año 1987 mis piernas empezaron a ponerse negras y ya se me caían los dientes. No los perdí todos a la vez, se estaban moviendo y se caían sin dolor. El médico me dijo que no había nada que hacer", nos cuenta Nicolai. Como la mayoría de sus compañeros, durante los días que trabaja en Chernóbil no lleva ni mascarilla ni calzado adecuado.