Pocos artistas conocen el significado de la palabra esfuerzo como Adrián. A pesar de su corta edad –cumplirá 14 en enero–, el niño que revolucionó YouTube cuando solo tenía 9 regresa con un nuevo álbum, No me doy por vencido, una auténtica historia de superación personal que evoca el arrojo de un joven artista que ha pasado tres veces por el quirófano en el último año. Pero por encima de cualquier dificultad, el trabajo, que se estrena este 7 de diciembre, es otra exhibición del desbordante talento de un chaval que ha sabido encontrar su lugar en el siempre difícil camino hacia la adolescencia.
“Ha sido un reto para él, un reto felizmente superado”, precisa su padre, Rafael Martín, que recuerda la frustración de su hijo durante tantos meses sin poder ejercitar su voz. “Cuando pudo hacerlo fue como una renovación. Así se fue ubicando y así creó este segundo trabajo”. Fue una ayuda recíproca: la música le ayudó a superar las dificultades y salir adelante, mientras su arte crecía ante la adversidad.
No me doy por vencido es una colección de emociones a través de 10 temas de esos que tocan la fibra, por encima incluso de las dificultades personales del joven malagueño. Es su espectacular regreso tras el Lleno de vida, su álbum de 2016, en el que cantaba a dúo con grandes intérpretes, un trabajo que fue disco de oro y resultó nominado a los Grammy Latinos. Con él batió record de visitas en YouTube y cruzó el Atlántico, para obtener una acogida espectacular en el Teletón de Chile y en Los Ángeles
En No me doy por vencido, Adrián interpreta temas compuestos especialmente para él: Nana de la niña pena y Siento, pero se luce también recreando joyas como No me doy por vencido, de Luis Fonsi, que abre y da título al álbum. Pero también con Lucía, de Serrat, Dos gardenias (con Diego El Cigala), Me quedo contigo, de Los Chungitos, y Solamente tú, de su ídolo Pablo Alborán. Es un Adrián más maduro, casi adulto, lleno de matices y con mayor amplitud de registros si cabe que en su debut. Así emerge todo el talento y don para la música del artista malagueño, unas cualidades que explican el éxito de aquel vídeo doméstico que le dio a conocer cuando contaba apenas con 9 años, que suma ya más de 60 millones de reproducciones.