Ildefonso Arcenegui estudiaba medicina cuando acudió al levantamiento del cadáver de Juana Martín, la esposa del capataz del cortijo de Los Galindos. Lo que no se imaginaba era que, durante su visita al lugar del suceso, encontraría dos cuerpos más.
Por aquel entonces, él era estudiante y acompañó a su padre, uno de los forenses, al lugar de los hechos: “Aquella noche la recuerdo bastante. Es una vivencia que no puedo borrar de mi mente. Aquello quedó para siempre grabado en mí”, declaró el médico.
En ‘La verdad de Los Galindos’, el doctor recuerda sobrecogido aquel suceso que forma parte de la crónica negra española: “Lo que me encontré fue tremendo”, decía, haciendo alusión al levantamiento del cuerpo de Juana Martín.
“Nunca había visto tanto traumatismo, tantas lesiones en una persona y, sobre todo, en la cabeza. Me pareció horrible que alguien pudiera haber hecho eso”, explicaba el hombre que, además, encontró otros dos cuerpos.
Durante el acto forense que tuvo lugar en 1975, Ildefonso Arcenegui asegura que vio cómo ardía un pajar y fue directo hacia él: “Vi un fémur ardiendo. Era el fémur de José González”, aseguraba el doctor.
“En ese momento, avisé a mi padre, se improvisa una cadena para apagar el fuego”, declara. Al apagarse las llamas, se pronuncia sobre lo que encontraron: “Aparecieron dos cadáveres más, carbonizados. Estaban en un proceso avanzado de carbonización porque llevaban muchas horas ardiendo”.